Sé consiente de lo que haces Destacado
Cuando una persona solo critica y vive culpando a otros, se convierte en un juez cruel y se somete a vivir en una lucha de emociones negativas, que impiden lograr una conexión efectiva con el mundo. Esta acción llena de frustración, enojo y repulsión, además, no por el hecho de criticar, uno garantiza que pueda llegar a ser mejor persona del ejemplo que tanto aborrece.
Cuando uno asegura que no va a repetir los comportamientos, o los errores de las personas que más criticó, hace un pacto complicado con su propio inconsciente. Se enfoca en los aspectos negativos y sin querer, lo que se promete no hacer y tanto se critica, se convierte en una predicción asegurada.
Más pronto de lo que se imagina, esa actitud se torna en la profecía que hace que el comportamiento sea justo lo contrario y actúe como lo que uno juró nunca ser. Esta predicción, se convierte en una sombra que persigue y recuerda las promesas y los falsos juramentos que no se pudieron cumplir.
Cuando uno se propone a dejar de hacer algo, o a ser y actuar de alguna otra manera, sin antes concientizarse de sus acciones, tomar responsabilidad o cuestionar los pensamientos personales, no puede cambiar, ni convertirse en una persona más efectiva.
Para cambiar, es importante buscar la manera de redirigir la percepción y encontrar aspectos positivos y nobles, que nutran a los pensamientos positivos. Desde luego, otorgando el beneficio de la duda, sin asumir que la persona, hace lo incorrecto, lo indeseado o actúa por molestar.
Hay que aprender a buscar lo constructivo y encontrar modelos eficientes que ayuden y construyan relaciones. Hay que estar en busca de inspiración y motivación para actuar de manera asertiva. La mejora de calidad de vida proviene de una mente sana y tranquila, de pensamientos positivos y de la alegría para vivir, del amor propio de la compasión por las personas que viven atormentadas por sus demonios.
El enojo y la repulsión solamente nutren la parte negativa del pensamiento, entorpecen la forma de actuar, confunden a la persona y no dejan nada bueno, ni aportan una visión efectiva para vivir mejor.
Como personas que estamos rodeados de amistades, compañeros y familiares, es importante tomar conciencia de nuestro comportamiento, de lo que expresamos y cómo nos referimos de otra persona. Ya que en ocasiones lo que hacemos es sembrar sentimientos negativos en nosotros mismos, que afectarán nuestras relaciones y hasta nuestra salud.
William Shakespeare dijo: “Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel que los demás”
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